martes, 22 de septiembre de 2020

 

Esperamos que nuestros hijos nos traten con el respeto debido y que sepan respetar a los demás. Pero ¿respetamos nosotros a nuestros hijos en la misma medida?





Y si no, preguntémonos por qué en ocasiones la manera de tratar a nuestro hijo no se corresponde con el respeto que debemos a cualquier persona adulta.

Aunque son pequeños y de corta edad, se sienten despreciados cuando les hablamos con altivez, humillados cuando les avergonzamos (a veces en público), y atropellados cuando les damos órdenes incomprensibles a sus ojos. Actuar así es la mejor manera de empezar a levantar barreras que dificultan nuestro entendimiento con ellos. En cambio, si les tratamos con el mismo respeto que a cualquier persona, les ayudamos a sentirse tan importantes como los adultos, dignos de la misma consideración y favorecemos una comunicación fluida entre nosotros y ellos. Respetar es tratar a alguien con la debida consideración.


El respeto que les tenemos a los hijos se manifiesta en la calidad del trato que les otorgamos y en la atención que ponemos en tratar de no invadir sin permiso sus espacios de autonomía.

Las ventajas educativas de tratar a los hijos con el debido respeto son decisivas. Si nuestra relación con ellos no se basa en la consideración, se vuelve imposible llevar a cabo una acción educativa eficaz y la convivencia, a medida que se van haciendo mayores, resultará dificultosa. 


Dos grandes razones justifican la necesidad de otorgar a los hijos un trato basado en el respeto:


  • Los niños tienen sentimientos igual o más intensos que nosotros. A menudo nos olvidamos de ello y pensamos que no tener ni el poder ni la madurez de la edad adulta es sinónimo de no acusar lo que pasa alrededor de uno.

  • Los niños aprenden a relacionarse y a comportarse por imitación y por contagio. Cuando son pequeños aprenden a hablar en el idioma que hablan los padres. Aprenden imitando las palabras que oyen. Pero al aprender a hablar no sólo adquieren esta habilidad, sino que adquieren con las palabras unos contenidos, unas actitudes, unas maneras de comunicarse.

Es imprescindible establecer límites y normas de convivencia con nuestros hijos y guiarlos en su desarrollo y autonomía,  pero aún más importante es hacerlo basándonos en el amor y respeto que como seres humanos se merecen. 


"LOS NIÑOS OLVIDARÁN LO QUE DIJISTE, OLVIDARÁN LO QUE HICISTE PERO NUNCA OLVIDARÁN COMO LES HICISTE SENTIR"

 


martes, 8 de septiembre de 2020

BUENOS RECUERDOS


Ha pasado el tiempo y nos hemos visto forzados a distanciarnos físicamente para cuidarnos y cuidar de los nuestros, pero como comunidad escolar sabemos que extrañas muchos momentos que vivenciaste junto a compañeros, profesores y amigos, que extrañas juegos y conversaciones. Tenemos la convicción de que éste distanciamiento que estamos experimentando, nos dejará un gran aprendizaje. 

Les enviamos nuestro cariño y les dejamos este gran recuerdo de  la semana de la convivencia.😊