Todos en algún momento de nuestra vida
experimentamos momentos de miedo o temor. Estos momentos nos ponen en un estado
de alerta que nos provoca ansiedad, la cual es una respuesta natural del cuerpo a este estrés.
El grounding es una
técnica que te ayuda a enfocarse nuevamente en el presente y no dejar que los
sentimientos de angustia, preocupación o pánico se lleven tu mente hacia
recuerdos o pensamientos no deseados, desafiantes o bastante negativos.
Esta
técnica se centra en detenerse un momento y hacer consciente dónde estás parado
y qué te rodea, de ahí el nombre que deriva de la palabra en inglés ground que
significa suelo.
Grounding:
5-4-3-2-1
En el
momento en el que comiences a sentir que la ansiedad se empieza poco a poco
apoderar de ti, esfuérzate por concentrarte en tu respiración. Una excelente
manera de procurar la calma es con respiraciones lentas, profundas y largas.
Una vez
que tengas mayor consciencia de cómo entra y sale el aire por tu nariz es
momento de pensar en 5-4-3-2-1. Te explicamos.
5. Observa tú alrededor e identifica CINCO objetos. Pueden ser en el
mismo espacio donde estás como un reloj en la pared, un lápiz o lo que ves por
la ventana: un árbol, un poste de luz, etc.
4. Reconoce CUATRO cosas que puedas tocar y sentir la textura. Esto
puede ser desde el material de la silla donde estás sentado, la mesa que tienes
delante de ti, la dureza del pavimento donde estás parado, la tela suave de tu
abrigo, o incluso tu mismo cabello.
3. Identifica TRES sonidos. Presta atención a los sonidos que te
rodean. Puede ser el sonido de un ladrido de perro, la bocina de algún auto en
la calle, inclusive puede ser una persona respirando muy fuerte.
2. Reconoce DOS cosas que puedas oler. Puede ser el olor del café o pan
del desayuno, tu perfume, el intenso olor a tierra mojada en un día de lluvia.
1. Identifica UNA cosa que puedas probar.
Date un tiempecito para encontrar algo que puedas realmente saborear. Puedes
cargar contigo una pequeña golosina para terminar este ejercicio con un
delicioso sabor en la boca.
En caso de no tener ningún dulce o chocolate que
puedas saborear en el momento, concéntrate en el sabor que tiene tu boca. ¿Aún
quedan notas del café o leche de la mañana? ¿Todavía sientes la frescura de la
pasta de dientes? También puedes identificar una emoción que sientas en ese momento.
Con estos cinco puntos puedes re-conectar tu
mente con el presente y combatir los abrumadores pensamientos de ansiedad,
pánico o nerviosismo.
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